Hace tiempo que estoy pensando que las tarjetas de fidelización son un engorro. Sobretodo porque soy olvidadiza y siempre me acuerdo de ellas cuando estoy delante de una tienda de la que soy cliente fiel (pero ellos no lo saben ya que no llevo la dichosa tarjetita encima). Además si soy su cliente fiel ¿cómo es que no se me aplica el descuento al decir mi nombre? Ya sé que el programa de fidelización y descuentos tiene su complejidad, pero desde el punto de vista del cliente: «¿a ellos qué les importa?»
Se me ha ocurrido una manera green de fidelizar, con bolsas de compra. ¿Por qué en vez de tarjetas de fidelización no podemos fidelizar con objetos realmente útiles en la compra, como es una bolsa, a ser posible de algodón? La bolsa podría llevar una tarjeta o un chip identificativo o ni siquiera, ya que de por si ya cumple múltiples funciones:
1. Fideliza – es un objeto que al llevarlo nos identifica con la marca.
2. Branding – lleva nuestra marca, nuestro sello por las calles.
3. Servicio – Es útil para el cliente, incluso puede ser vendido a un módico precio.
4. Confianza – Los clientes no tienen que identificarse, con llevar la bolsa ya sabemos que son fieles clientes nuestros: les creemos.
5. Green Retailing – Además es ecológico. Poco a poco se va a ir perdiendo el uso de las bolsas de plástico, ¿por qué no empezar ya? En Carrefour ya lo están haciendo.
Si algún retailer se lanza a hacer algo parecido me encantaría que nos contara cómo ha ido, escribiendo un comentario.

Sashka,
Me parece una idea super revolucionaria como plan de fidelización. Aunque el proceso de aplicación es más compleja para poder compatibilizarlo con los diferentes incentivos a aplicar en función de las compras de los clientes o a un programa de puntos.
s2
Hola Jorge,
Debería patentarla, ¿no crees? Es broma. Tienes razón que la aplicación como plan de fidelización sería más compleja. Aunque también se podría hacer más simple: dando descuentos concretos a los que lleven la bolsa con el mero objetivo de incentivar su uso (con el logo correspondiente) y así contribuir en ecología, a la vez que promocionas tu establecimiento en el barrio y tienes un detalle con tus clientes.