Estamos en la recta final del año y los más espavilados ya se aventuran a predecir las tendencias y pronósticos para el 2012. El cambio sigue siendo el leit motiv de todas las que voy leyendo en la red. Pero antes de dejarme llevar por esta corriente de adivinanzas y predicciones quería insititir en justamente lo contrario, las cosas que permanecen. En realidad lo que sustenta nuestro negocio no es lo nuevo, lo efímero o la tendencia del momento sino aquello que es nuestra esencia, aquello por lo que nos reconocen.
Por eso os animo a todos antes de incorporar novedades en vuestros negocios, a repasar primero la esencia del mismo. Despojarlo de todo lo momentáneo y superflúo y ver qué hay en el fondo de vuestros puntos de venta, qué es aquello por lo que os reconocen, qué es lo que vuestros clientes siempre han valorado, qué es lo que os define. Seguramente surgirán aquellos valores que nunca dejan de estar de moda: la calidad de la oferta, la manera especial de atender a cada cliente, el ambiente que se respira, las ofertas especiales, los servicios únicos, la postventa,…
Aunque el 2012 se presenta movido y seguirá siendo importante innovar y replantearse los comercios, es clave no perder de vista lo esencial de cada uno. Si no lo encuentras en tu tienda, tal vez sí sea hora de hacer un cambio drástico. Si es solamente una pequeña intuición, pero no estás seguro de ser un punto de venta posicionado como el más amble del barrio, haz de ello tu cruzada para el 2012. Préparate para los cambios, innova, pero primero reconóce en qué eres especial, comunícalo y no lo pierdas de vista.