mercadona-retailConfieso que soy fan de Mercadona, entre otras cosas porque como la mayoría de los mortales opto por la cercanía y lo tengo justo abajo de mi casa. Pero hay que reconocer que comercialmente en España, Mercadona ha sido y sigue siendo un referente de éxito. Sus marcas blancas han calado hondo y el concepto de supermercado ha sido muy acertado, renovando el sector y compitiendo con los más grandes.

Sin embargo, el otro día estuve en mi Mercadona buscando Nocilla para aderezar unas deliciosas crepes y ¡no quedaba! ¡Qué curioso! También en casa había oído quejas sobre la reciente desaparición de la crema Nivea en el Mercadona, la de toda la vida. Y es que leo, en Puro Marketing entre otras noticias, que las desapariciones de algunos artículos de nuestra compra semanal se deben a la nueva estrategia de la marca. Estrategia o método para reducir costes y hacer frente a la crisis, consiste en eliminar de su surtido más de 800 referencias, la mayoría pertenecientes a grandes marcas. Los fabricantes se están pronunciando claramente en contra y algunos predicen que también se verá afectado el empleo. Pero desde el punto de vista de su propio negocio, ¿es acertado este movimiento? Como consumidora habitual y como consultora, creo que su decisión es cuestionable, al menos por las siguientes razones:

1. Las marcas blancas de Mercadona – Hacendado, Deliplus y Bosque Verde han triunfado en gran parte por ser la alternativa económica a marcas punteras. Al retirar el referente conocido de las estanterías se pierde el punto de comparación tanto en precio como en calidad. (Aparte, algunos clientes como yo, nos lo podemos tomar mal porque hay productos de toda la vida que no son sustituibles).

2. Tal y como apuntan en dicho artículo de Puro Marketing, la marca corre el riesgo de que se le identifique con otro super de discount (tipo Lidl o Dia) y con ello pierda el prestigio que se ha ganado durante todos estos años.

3. En tiempos de crisis no es recomendable hacer cambios tan drásticos y difícilmente reversibles. No se puede ganar la guerra reduciendo la cantidad de armamento.

4. Creo que el consumidor no debe sufrir las reducciones de costes de los retailers, todo y que la reducción de costes era la primera de  las tendencias para el 2009, de las que hablé en el post de ayer. Pero esa estratégia habría que enfocarla como una ventaja para el consumidor o almenos mitigar su efecto. En este caso, según yo lo veo, el que paga el pato es el cliente.

Pero veamos cómo les va, ya que si hasta ahora han sido innovadores y exitosos y tal vez hayan acertado de nuevo. Al menos, creo que esta vez han dejado lugar a que lo dudemos.

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